La tinta de los tatuajes podría afectar la respuesta a las vacunas
Hace un tiempo que los tatuajes dejaron de ser vistos como algo negativo. Hoy en día, es común ver personas con ellos por todo el cuerpo. Octava a persona se tatúa algo, y se dice que es una decisión importante, ya que se lleva una marca para toda la vida. Pero un estudio reciente trajo a la luz un nuevo dato que podría hacernos pensar dos veces: la tinta podría alterar la respuesta de las vacunas.
Un análisis realizado en Europa con ratones mostró que la tinta utilizada en los tatuajes podría provocar inflamación duradera en los ganglios linfáticos que drenan la zona tatuada. Este hallazgo es clave porque muestra cómo la tinta puede modificar la respuesta inmunológica a ciertas vacunas. Fue publicado en la revista PNAS de la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU.
Los investigadores encontraron que los pigmentos de la tinta permanecen durante meses dentro de las células defensivas en los ganglios linfáticos. Esto significa que la zona tatuada sigue activada inmunológicamente, lo cual es interesante y preocupante a la vez.
Cómo afectan los tatuajes a las defensas del cuerpo
A nivel global, una buena parte de la población se tatúa, especialmente los más jóvenes. Por esto es que el estudio tomó relevancia, ya que no existen regulaciones específicas sobre los ingredientes de la tinta y sus posibles efectos en el sistema inmunológico.
Para profundizar en esto, los científicos usaron ratones tatuados con tinta negra, roja y verde, las más comunes. Luego, analizaron muestras de ganglios linfáticos y sangre después de aplicarles vacunas. Así, el equipo pudo comprobar que la tinta, al ser transportada por el sistema linfático, se aloja en los ganglios cercanos al tatuaje y se queda ahí por al menos dos meses.
Además, el estudio registró una inflamación prolongada. En el ganglio linfático se vieron claros signos de inflamación después de este tiempo. Esto responde al contacto continuo con la tinta, que lleva a la muerte de aquellas células, manteniendo activa la reacción inflamatoria y afectando las señales químicas en la zona.
Los resultados también mostraron que la tinta afecta la producción de anticuerpos. Por ejemplo, se observó una disminución de los anticuerpos IgG tras la inmunización contra el COVID-19. En particular, las tintas roja y verde no solo disminuyeron IgG, sino también los anticuerpos IgM. Sin embargo, cuando la inyección se realizó lejos del tatuaje, estos efectos no aparecieron.
Por último, se determinó que el tipo de pigmento, la cantidad utilizada y el lugar del tatuaje condicionan la magnitud del efecto. Las tintas negra y roja resultaron en cambios inmunológicos más notorios.
Con toda esta información, hay que reflexionar un poco más sobre nuestros amigos tatuados. ¡Así que mirá bien antes de hacerte uno!